En las finanzas hay dos instrumentos totalmente polarizados.
La gente o los ama o los odia y la verdad no se por que (bueno si se, soy coach financiero y me dedico a entender porque a las personas le pasan los mismos problemas financieros) pero me atrevería a decirte que la razón por la que un grupo grande de personas no se lleva bien ni con las tarjetas de crédito, ni con los números de su negocio es por un tema emocional, más que por un tema financiero.
Es más Angélica me atrevería a decirte que sé donde empezó todo. Todo empezó por…

.Baldor Jajaja.
Todo empezó con Baldor o por él. ¿Lo recuerdas? Para lo que no lo conocen Baldor era un libro de Algebra y Aritmética (y claro está Baldor era un Matemático) con el que a muchos de nosotros nos enseñaron los primeros problemas matemáticos bien difíciles de resolver.
Lo primero es que aunque te consideres “malo” con las matemáticas, esto no debe afectar para nada tu relación con las tarjetas de crédito.
Primero acepta que no eres un guru de las matemáticas. Olvídate mientras tanto de esas fórmulas donde pagas una tarjeta con otra, sacas dinero con tu tarjeta del cajero automático y le sacas provecho a las millas porque te pagan los viajes.
Vayamos entonces a los trucos para llevarte bien con la tarjeta de crédito:
- Olvídate de los colorcitos y del prestigio.
- Controla tu el límite de crédito. No caigas en la tentación de quedarte con un límite de crédito que no puedes pagar solo porque se siente bien o porque te gustan las “blacks”
- Si el banco te sube el límite a algo que no puedas pagar, llama al banco y pide que te lo bajen de nuevo.
- Ten sólo dos tarjetas.
- Una para los gastos fijos y otra para los gustos.
- Si tienes negocios las tarjetas de los negocios no cuentan en este límite.
- Baja el limite de la tarjeta de la casa a lo que realmente gastas en la casa.
- Baja el limite de la tarjeta de gustos, a algo que puedas pagar de risitas, o sea sin que te afecte para nada y que te quede dinero después de pagarlo.
- Divide correctamente el uso de las tarjetas. Gasto de la casa en la tarjeta de la casa. Gustos en la de gustos. Puede sonar tonto pero es muy importante.
- Olvídate de la fecha de corte, piensa no en la fecha sino en el corte y el monto con que corto. Ese es tu enemigo de turno.
- Apréndete de memoria la fecha de pago de todas tus tarjetas.
- Arranca a pagar las tarjetas desde que corten, no dejes todo para último, ve reduciendo el monstruo del corte en pedacitos.
Espero que con esto puedas aprender a dominarlas y no te vuelvas loco con el Black Friday y Navidad .

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